por Melissa Millán García de Alba
1 B
En el país de las hadas habían muchos problemas, en los
cuales no apoyaba la mayoría de las hadas, después de que surgieron algunos de
estos problemas un hada nació, era muy bella pero era diferente a las demás;
¡No tenia brillo! Todos empezaron a decir que era un fenómeno de la naturaleza
y que debía haber nacido nunca y en ese instante la hada mayor (La Reina) intervino
en esta cruel conversación diciendo - ¡Ella no tendrá brillo pero es especial y
ella es única!- todo se quedó en silencio.
El hada creció, aun siendo muy pequeña sabía que hacer
frente a cualquier situación, ella era muy amigable y simpática tenía muy
buenas amistades las cuales la apoyaban en sus ideas, al igual como había otras
que la envidiaban y trataban de hacerla quedar mal con los demás . La pequeña
hada pensaba “Este país tiene muchos problemas por su falta de unidad, pero…
¿Qué se puede hacer para lograr que la obtengan?” Ella no se lo podía imaginar
resultaba tan difícil.
Un
día les comentó su duda a sus amigos, no tuvo una buena respuesta así que
decidió ir a consultarlo con la Reina, le contó de todas sus ideas al igual que
sus dudas. La reina le dijo que tenía toda la razón pues ningún hada pensaba en
las demás, solo pensaban en el beneficio para sí mismas. Pero la Reina no podía
responder a sus dudas por lo que la envió en busca del sabio, que había
desaparecido algunas semanas atrás, y que creían que se encontraba en el bosque
tenebroso, nadie se atrevía a ir ahí, así que sería muy arriesgado, pero a ella
no le importaba y estaba decidida a no descansar hasta saber la respuesta.
Por
fin llego el gran día de su partida, era un día hermoso estaba soleado y pasó
lo que menos esperaba. La Reina le organizo una fiesta de despedida, todas las
hadas del reino estaban ahí, había un gran cartelón que decía ¡Buena Suerte!.
Ella estaba muy sorprendida.
Después
levantó la mirada y vio un enorme pastel, un delicioso banquete y música
hermosa.
Después
de comer y disfrutar la música se dispuso a ir al bosque en busca del sabio, al
entrar al bosque no pasó nada raro así que pensó que todo sería muy sencillo.
De
la nada se vio una sombra, ella se asustó mucho, y luego salió un enorme
halcón, el hada empezó a correr, cuando de pronto alguien la jaló. ¡Era un
Elfo! El cual le dijo-Si quieres vivir sígueme.- La intrigada hada le contestó
–Está bien, pero ¿Quién eres?-, no le respondió, confundida lo siguió, había
tantas plantas que no se veía nada, el elfo separo las hierbas y le dijo –Este
es mi hogar te puedes quedar aquí el tiempo que lo necesites- Agradecida
respondió –Muchas gracias-.
De
pronto el elfo desapareció de inmediato. Ella no sabía qué hacer así que muy
triste se sentó a pensar donde podía estar el elfo. Entonces escuchó una voz
melodiosa sus espaldas y volteó de inmediato: era una elfa que le preguntaba
-¿Por qué estas tan triste pequeña?- No sé a dónde se ha ido un elfo y estoy
muy asustada porque un halcón trató de devorarme- La elfa la consoló… de pronto
vio a lo lejos al elfo, apresurada le preguntó- ¿Dé casualidad no sabes dónde
está el sabio? -. El rascándose la cabeza, le dijo que no tenía idea, pero se
le ocurrió –iré a ver si mamá sabe algo del sabio, no tardo- otra vez
desapareció.
El
hada lo encontró con la elfa de la voz melodiosa, así que supuso que era la
madre del elfo. La elfa le dijo -¿Para qué quieres ver a un sabio?- ella le
contó. Todos los elfos le dijeron que investigarían, así que esperó toda la
noche pensando dónde podría estar aquél sabio.
Al
día siguiente la despertaron diciéndole- ¡Vamos levántate!, sabemos quién puede
ayudarte, - la llevaron a un lago y le dijeron- lo que ahora tienes que hacer
es meterte a lago: saldrá una sirena, y te dará una pista, eso es todo en lo
que te puede ayudar-. Siguiendo las órdenes de los elfos, al encontrar a la
sirena le preguntó -¿Tú sabes dónde está el sabio?. – La sirena respondió –Sí-
y se sumergió. El hada muy desanimada salió del lago y les contó a sus amigos
elfos.
Esa
noche se fue en busca del sabio, estaba oscuro, pero a ella no le importó:
tenía que encontrar al sabio, Estaba
cansada de tanto caminar, cuándo a lo lejos vio una cabañita y se le ocurrió ir
a pedir posada, al tocar la puerta salió una hada hombre que le preguntó qué
necesitaba, ella le respondió que si no tenía un lugar para que se quedara y le
dijo que entrara.
Después
él le comentó que había una cabaña vieja muy cera de ahí donde vivía un hombre
de mayor edad que era muy inteligente, ella le preguntó que si la podía llevar
hasta allí y él accedió.
Al
llegar la puerta se abrió lentamente, era el sabio y ella estaba muy feliz de
haberlo encontrado.
El
sabio le dijo – Pásate, te estaba esperando-
ella le preguntó – ¿Cómo sabía que vendría? –Interrogado el sabio le
dijo –no me cuestiones por favor, sé a lo que vienes, así que sólo escucha con
atención-.
Ellos
estuvieron charlando por un buen rato, ella le dijo –¡Vuelve al país de las hadas,
nosotras te necesitamos! – él le respondió – lo sé, pero necesito estar un
tiempo aislado de la sociedad, tú eres increíble, tú sola podrías resolver tus
dudas –entonces agradecida, se despidió.
Al
volver a su hogar, las demás hadas dejaron de pensar sólo en sí mismas y todo
empezó a mejorar, ya no había envidia, sólo amistad.
FIN.
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